miércoles, 17 de septiembre de 2008

A ESTE SI A ESTE NO...

Aquí estamos, con Paulson, que aparentemente siente que jugar a la ruleta rusa con el sistema financiero estadounidense era su mejor opción.-

Paul Krugman


En un nuevo capítulo de esta saga con final abierto, el gobierno norteamericano le brindó a American International Group (AIG), la aseguradora más grande del mundo, la asistencia que le negó durante el fin de semana pasado al banco de inversión Lehman Brothers.


En una medida inédita -como la crisis- la Reserva Federal le prestó por primera vez a una aseguradora U$S 85.000 millones a 24 meses de plazo, con la garantía del 80% de sus acciones y poder de veto sobre dividendos y honorarios, a un costo de 850 puntos básicos sobre la tasa LIBOR, una verdadera ganga, para evitar su quiebra, lo que hubiera llevado la presente situación a niveles impensados.

¿Porque el cambio de actitud del Tesoro y la Reserva Federal?

Mi impresión es que la gerencia de Lehman se había demorado en revaluar realísticamente su portafolio de préstamos e inversiones -como lo habían hecho muchos de su competidores, especialmente aquellos en donde se cambió al ejecutivo a cargo, como el caso de Merrill Lynch- confiada tal vez en que la crisis no iba a durar lo que lo ha hecho. Ese error estratégico le costó la quiebra, mientras que por el contrario su proactivo colega fue comprado por Bank of América, pagando incluso una prima del 70% sobre el valor en bolsa de sus acciones.

¿Porque una compañía de seguros llegó a una situación de virtual insolvencia y tuvo que ser asistida por el banco central norteamericano?

Como señalamos desde que se inició la crisis, la creatividad financiera fue su detonante. En efecto no fueron los seguros tradicionales, y menos rentables, los que llevaron a AIG a esta situación, sino el desarrollo de complejos y muy rentables seguros de insolvencia, en un marco de floja regulación y control por parte de los organismos de contralor. Mientras el mercado financiero se desenvolvió sin sobresaltos, la compañía ganó mucho dinero con estos instrumentos, pero a partir de la crisis desatada por las hipotecas de alto riesgo, hace más de un año, la situación se tornó cada vez más complicada, al punto de considerar el pedido de su propia quiebra, lo que hubiera tenido consecuencias impensables en el mercado financiero, debido a que muchos préstamos asegurados oportunamente por AIG, ante su insolvencia, se tornarían, debido a la crisis, virtualmente incobrables, lo que podría hacer quebrar también a las entidades financieras titulares de esas acreencias. De ahí la intervención conjunta del Tesoro Americano y la Reserva Federal para rescatarla.

Finalmente, dejo planteada una duda, a partir de lo manifestado por el eminente economista Paul Krugman al comienzo: ¿Está el Secretario del Tesoro Henry Paulson -quien antes fue el máximo ejecutivo del banco de inversión Goldman Sachs- libre de los humanos conflictos de intereses para salvar o condenar?

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