martes, 22 de septiembre de 2009

LOS RIESGOS DEL PENSAMIENTO ÚNICO

Durante los 80 y 90 asistimos, especialmente en las áreas de Economía y Administración de Empresas, a la generalización del llamado pensamiento único, el que se manifestó a través de una producción intelectual que priorizaba al individuo y al mercado por sobre las instituciones. En suma, la Microeconomía por encima de la Macroeconomía.

Las universidades norteamericanas más prestigiosas hicieron punta en esta deriva, y muchos de sus docentes alcanzaron el Premio Nóbel de Economía por sus contribuciones.

Probablemente el caso más extremo en esta línea de pensamiento fueron los trabajos de Gary Becker de Chicago, laureado en 1992 por haber extendido el dominio del análisis microeconómico a los comportamientos humanos, incluídos los no mercantiles

Pero el más emblemático fue del de Robert Merton de Harvard y Myron Scholes de Stanford, premiados en 1997 por desarrollar un nuevo método para determinar el valor de los derivados financieros.
Ambos se habían unido en 1994 en el fondo Long Term Capital, que invertía según el llamado modelo Merton- Scholes y que colapsó en 1998, dejando un quebranto de más de U$S 5000 millones, el que dio inicio a la política de liquidez del entonces nuevo presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan -un convencido de la autoregulación y racionalidad de los mercados- con los resultados que todos conocemos.

Pero si para la evolución de las ideas es contraproducente que una universidad adhiera al pensamiento único, evitando el libre debate -una de sus razones de ser- también lo es desde el punto de vista práctico.

En efecto, The Wall Street Journal informó que el fondo de la Universidad de Harvard, el mayor de los Estados Unidos, disminuyó un 30% el año pasado -U$S 10.900 millones- debido a que en los últimos años había sido colocado en instrumentos de inversión tóxica y de alto riesgo, cuyo valor sufrió un fuerte deterioro durante la última crisis financiera.

El diario dio cuenta también que otras grandes universidades norteamericanas, como Columbia y Yale, están en una situación similar, habiendo perdido por la crisis el fondo de la primera casi la cuarta parte de su valor .-






2 comentarios:

MarcosKtulu dijo...

¿Que hacían las universidades comprando activos tóxicos? Hacían caso a las fórmulas para ganar dinero salidas de su departamentos de investigación. Una coherencia tóxica.
Lo llamativo es que habiendose probado el fracaso de Merton/Scholes todavía no se hayan echado atrás con las decisiones tomadas con respaldo en ese modelo.

hugo dijo...

el colapso del long-term marcos fue la señal, después vino enron -que cayó también apostando a derivados- y se llevó con el a arthur andersen la más "sangre azul" de las grandes auditorías internacionales y dejó en tela de juicio a las calificadoras de riesgo...

o sea que advertencias no faltaron, lo que pasa es que había mucho dinero en juego: yo a esta altura de mi vida -si bien no tengo pruebas- no creo que greenspan obró como obró solo por su fundamentalismo de mercado...

y fijate que la confusión llegó también a escandinavia: el nobel a merton y scholes siempre me pareció una verguenza. la fundación es una gran inversora allí -el premio se dota con las rentas del legado de alfred nobel-. al mismo tiempo en 1992, suecia sufrió también una crisis bancaria con orígen inmobiliario ¿te suena conocido? lo que llevó al gobierno a nacionalizar la banca, y fue un antecdente a considerar en la última crisis, incluso en el reino unido y en usa...

hoy se siguen generando derivados, si bien no sobre inmuebles, si sobre materias primas y monedas, lo que parece que será la próxima burbuja, veremos...