El inconveniente de los diarios personales radica en una paradoja.
Como sugirió alguna vez Unamuno, que no recomendaba su práctica, quien lo escribe puede terminar esclavizado, viviendo sólo para tener algo que consignar.
PEDRO B. REY, IDAS, LA NACIÓN DE AYER.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario