viernes, 19 de febrero de 2016

RETRATO DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS: LA SEMEJANZA CON LOS DE ARGENTINA

1) Los partidos como agentes de gobierno

El centro de gravedad de los partidos ha girado de la representación al gobierno.
Más que sostenerse en su capacidad para expresar, los partidos se ofrecen, y son contemplados por los ciudadanos, como alternativas para ejercer el gobierno de la democracia.

2) Los partidos como estructuras semiestatales

Los partidos compensan el debilitamiento de su arraigo social fortaleciendo su relación con el Estado. Dictan constituciones que los reconocen como instituciones fundamentales del sistema democrático, se garantizan financiamiento público y se aseguran acceso a los cargos de administración del Estado. 

En su versión extrema, los partidos se constituyen y formatean desde el Estado, a partir de los recursos que obtienen de su administración y de los nombramientos que realizan para su gestión. 

Los partidos ya no son representantes de la sociedad frente al Estado, sino que son la cara visible del Estado frente a la sociedad.

3) Cambios en el balance de poder intrapartidario

Porque el partido es esencialmente evaluado en función de lo que hace como gobernante, son las figuras que ocupan los cargos ejecutivos las que concentran el poder simbólico. Porque el partido vive materialmente en el Estado, son esos mismos líderes quienes concentran el poder financiero.

4) Competencia política estructurada en términos de gobierno-oposición

Los partidos pueden tener valores y prioridades más o menos permanentes e identificables, pero su éxito electoral reside en la habilidad para presentarse como la alternativa que ofrecerá mayor nivel de satisfacción a las expectativas ciudadanas en cada circunstancia.

5) Formato bipolar de la competencia electoral

...los partidos pueden coaligarse en forma cambiante, y nuevos actores tienen hoy más chances de emerger que en el pasado.

6) Fronteras partidarias borrosas

...los partidos tienden a ser instituciones crecientemente informales, cuyas fronteras son porosas. Se puede entrar y salir de ellos sin mayor problema. La pertenencia formal se hace irrelevante, mientras que la pertenencia real reside sobre todo en el desempeño de funciones de gestión estatal en algún poder del Estado.

Sería absurdo querer interpretar la realidad política argentina a través de una lectura ortodoxa de la obra de Mair.

Sin embargo, tomar en cuenta sus hallazgos empíricos y desarrollos teóricos podría ayudar a adoptar una actitud más desapasionada frente a las deficiencias representativas de nuestros partidos. 

Nos ahorraría también constantes frustraciones a la hora de pensar reformas a la regulación electoral y de partidos que buscan reconstruir un pasado añorado ignorando condiciones estructurales de la vida política.

GERARDO SCHERLIS, politólogo, investigador del Conicet y profesor en la UBA, nota bibliográfica: "Partidos, sistemas de partidos y democracia", de Peter Mair, EUDEBA, IDEAS, LA NACIÓN DEL 14 DE FEBRERO.-


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