sábado, 19 de septiembre de 2015

EL PINTOR RÓMULO MACCIÓ DIXIT

¿Pasó mucho tiempo en Nueva York?
Entre idas y vueltas, habré estado tres años.
¿Y qué se le quedó pegado de la ciudad?
Hay una fuerza ahí, es como una olla a presión a doscientos grados: está todo lo mejor y lo peor del mundo. Ese contraste, esa fuerza que tiene la ciudad de Nueva York siempre me conmueve. Cuando llego me gusta el olor a cartón, a imprenta, a cebolla frita. Y hay cosas extraordinarias para ver en los museos.
¿Qué le gusta ver?
Pintura. Veo lo contemporáneo pero necesito ir al Metropolitan a ver a los antiguos. A mí me gusta la pintura.
Un referente de Nueva York de los últimos cincuenta años es Warhol. ¿Qué es para usted?
Yo no lo veo muy bien como pintor, para mí es un gráfico. Un tipo que hacía una imagen gráfica. A mí me gusta la pintura pintada, me gustan los que pintan. Rothko, De Kooning, toda la banda de esa época. Son pintores con mucha potencia, con mucho lirismo. Llevaron el tachismo francés a una dimensión mucho mayor, todo más expansivo y más crudo.
Sartre decía que "artista es el que se traiciona a sí mismo". ¿Se puede aplicar a su pintura?
No. En mi caso tuve que pasar los primeros sesenta años para poder vivir de lo que hago. Vender lo que pinto y no pintar lo que se vende, que es otra cosa.
ENTREVISTADO Por   | IDEAS, LA NACION DEL 13 DE SETIEMBRE.-

No hay comentarios: