jueves, 17 de abril de 2014

LA EUROZONA ENTRAMPADA: DEFLACIÓN Y EURO ALTO

La ralentización de la inflación tiene dos caras. Si bien debería ayudar a incrementar los ingresos reales en un momento de débil crecimiento de los salarios, también convoca al fantasma de la deflación, una caída sostenida de los precios que puede acabar con los esfuerzos públicos y privados por saldar deudas y amenaza con paralizar el gasto de los consumidores.
Los responsables de política monetaria del Banco Central Europeo han repetido en varias ocasiones que no prevén un periodo de caídas en los precios en el conjunto de la eurozona. Rechazan las comparaciones con Japón, que combate la deflación desde hace dos décadas, recordando que el BCE ha actuado de forma más decisiva que Japón en la década de 1990 y que los bancos europeos son más sólidos.
De todos modos, reconocen que unas tasas de inflación muy bajas son preocupantes y, en las últimas semanas se han centrado en el papel que desempeña la apreciación del euro a la hora de presionar a la baja los precios de las importaciones.
El presidente del BCE, Mario Draghi, intensificó el sábado sus advertencias en contra de un euro fuerte, diciendo que un nuevo incremento del tipo de cambio activaría nuevas medidas de relajación monetaria para evitar que la inflación se desacelere demasiado.


  • PAUL HANNON, THE WALL STREET JOURNAL AMÉRICAS DE AYER.-
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