sábado, 14 de diciembre de 2013

VALDEMOSSA, SEGÚN CHOPIN, EL MÁS HERMOSO LUGAR DEL MUNDO

Durante el invierno de 1838-39, cuando recién comenzaba la relación entre ambos, George Sand y su hijos y Fedrico Chopin se alojaron el la cartuja de Valdemossa (siglo XIV), para mejorar la salud del compositor, quebrantada por un fuerte resfriado.


Valdemossa deriva del nombre del propietario árabe del valle en que la aldea se halla, de nombre Mussa.

Se encuentra a aproximadamente unos quince kilómetros de Palma de Mallorca; durante los primeros diez se va subiendo hasta que se alcanza la cadena Tramontana, desde donde se alcanza la aldea, enclavada en un valle lleno de verdor, por la abundancia de manantiales, e indescriptible belleza, especialmente en primavera, cuando los almendros se encuentran florecidos, en medio de olivares y cipreses, y en el que según George Sand "Todo cuanto puedan soñar el pintor o el poeta lo ha creado la naturaleza en este lugar"


En Valdemossa, el tiempo parece haberse detenido, con sus calles, muchas empinadas y estrechas, y antiguas casas

 
algunas de las cuales miran al valle



Además de la cartuja, se destaca también su iglesia del siglo XIII, reformada en el siglo XVIII


Fruto de la estadía de ambos artistas es el libro de George Sand "Un invierno en Mallorca" obra en la que toda la admiración que le merece el paisaje, contrasta con su pobre opinión de los habitantes de la isla, mientras que Federico Chopin compuso allí la "Pequeña polonesa", op 40.2, la Balada mallorquina, op.38, el Preludio "De la gota de lluvia", op.28.15 y la ""Polonesa militar"", op.40.1.

La celda que ocuparon en la cartuja, fue convertida en museo, donde se exhibe el piano Pleyel en el que el músico polaco compuso los temas mencionados, como así también cartas, documentos y retratos relacionados con su estancia allí.-

2 comentarios:

Jorge S. King dijo...

Repito algo, que lindo paseo Hugo. Muy interesante e instructivo el post. Muchas gracia por compartirlo en el blog.

hugo dijo...

para mi también valdemossa fue una agradable sorpresa Jorge...