sábado, 16 de febrero de 2013

HIPPILANDIA, LA PUERTA DE ENTRADA A LA COMARCA ANDINA DEL PARALELO 42 SUR

Casi a mitad de camino entre Bariloche y Esquel (a 130  y 170 kilómetros de distancia respectivamente) El_Bolsón, la última población rionegrina, es la puerta de entrada -para quien viene de Bariloche- a la Comarca_andina_del_Paralelo_42

El viaje se hace hoy en día a través de una ruta pavimentada, con algunas curvas y contracurvas peligrosas, especialmente debido a la acumulación de hielo y nieve, pero para nada comparable con la vieja -tenebrosa y famosa- que atravesaba el Cañadón de la Mosca, hoy desactivada y cortada por derrumbes, que conocí y sufrí,  a mediados de 1980, viajando de Bariloche a Esquel, en un transporte público, una de cuyas ruedas, en algunos tramos, quedaba casi en el vacío.

Al pie del Cerro_Piltriquitron, en El Bolsón convivieron desde antiguo pobladores originarios, centroeuropeos y sirio-libaneses, destacándose desde sus comienzos el cultivo del lúpulo y de frutas finas, que luego se industrializaron localmente,  a lo que se sumó la elaboración de cervezas artesanales.

A diferencia del resto de la Patagonia, donde la acción de los salesianos fue vasta y perdurable, la evangelización de la zona estuvo a cargo de los franciscanos, de lo que da cuenta la estatua del Pobrecito de Asís en el cuidado jardín contiguo a la iglesia de Nuestra Señora de Luján.  

A finales de 1960, se convirtió en la meca del hipismo vernáculo. Los recién llegados se dedicaron a las artesanías, actividad que aún hoy le da un tono especial al lugar,con su concurrida feria,  y si bien muchos regresaron a las ciudades de donde provenían,  los descendientes de los que se quedaron constiuyen hoy la tercera generación afincada en la zona.

Muy cerca de El Bolsón, en dirección sur, luego de recorrer 15 kilómetros, y ya en la provincia de Chubut, se llega al Parque_nacional_Lago_Puelo, cuyo oleaje le hace creer a muchos extranjeros que se trata del mar -debido a la cercanía del océano Pacífico-, quienes solo cambian de opinión después de comprobar que sus aguas no son saladas.

En su costa mallines y arrayanes le dan un tono bucólico al paisaje, y su playa, debido a la baja altura que se encuentra, es más cálida que la del resto de los lagos andino-patagónicos, y por ende concurrida en verano.

El Cerro Tres Picos, con sus glaciares, es un magnífico telón de fondo.-







  

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