sábado, 29 de diciembre de 2012

DOS ANTIGUOS MONASTERIOS EN EGIPTO- 1A PARTE

EL MONASTERIO DE SANTA CATALINA, DE LA TRANSFIGURACIÓN O DE LA ZARZA ARDIENTE

Toda la desértica península del Sinaí está impregnada de la historia de Moisés.

A tres horas de Sharm el Sheij, atravesando impresionantes vistas de áridas formaciones rocosas, algunas cubiertas por dunas, y el desierto despoblado, con la excepción de algún campamento beduino, que en los últimos tiempos las autoridades egipcias han transformado en pequeños poblados con escuela, se arriba al que probablemente sea uno de los más antiguos cenobios cristianos donde se practica el culto, sagrado tanto para el cristianismo, el judaísmo y el islamismo.

El mismo está edificado al pie del Monte Sinaí, en cuya cima descendió la majestad de Dios.

En la cumbre, una pequeña iglesia recuerda el sitio donde le entregó a Moisés las Tablas de la Ley.

Tiene aspecto de fortaleza, ya que lo rodean altos muros que protegen a los monjes desde hace siglos de los beduinos.

El monasterio fue fundado por el emperador Justiniano y su esposa Teodora entre el 527 y el 535 d.C., junto a la Capilla de la Zarza Ardiente, mandada construír por esa verdadera arqueóloga cristiana que fue Santa Helena -a quien se le deben tantos hallazgos y señalamientos bíblicos- madre el emperador Constantino el grande, durante el siglo IV  d.C, en el lugar donde se creía que Moisés había visto el milagro: siendo pastor se le apareció una llama en medio de una zarza que no se consumía. Allí recibió de Dios el mandato de liberar a los hebreos de la esclavitud en Egipto, y de conducirlos a través del desierto hasta la Tierra Prometida.

La zarza existente hoy en día, es considerada la misma del milagro.

Dentro del monasterio, se encuentra el pozo de Moisés y la iglesia de Santa Catalina, del siglo IX, que en su  interior contiene los restos de la Santa martirizada en Alejandría, encontrados por los monjes ortodoxos en el pico más alto del Monte Sinaí, a donde fueron llevados por los ángeles, según la tradición.

Alberga también la colección más extensa de códices antiguos y manuscritos del mundo, después de la Biblioteca del Vaticano y una colección de más de 2000 íconos, algunos de ellos únicos, como el Pantócrator del Sinaí, del siglo VII, y una mezquita construída en 1381 que convenció al ejército otomano, que se acercaba para atacarlo, que  el complejo era en parte musulmán.
Sin embargo, la mezquita nunca fue utilizada, porque por un error no está orientada hacia La Meca.
Gracias a ella y a un documento en poder del monasterio, firmado por Mahoma, tras habérsele concedido refugio, en el que el profeta garantizaba su protección, eximiéndolo de impuestos, el monasterio perduró, pese a la dominación musulmana de la región.

También Napoléon, en 1798 escribió una carta, en poder del monasterio, protegiéndolo. 

En las inmediaciones, en la llanura de el-Raha se encuentra la tumba de Aarón, hermano de Moisés; (aunque también la cima del monte Hor en Jordania, cerca de Petra, es considerada como su postrer morada)  y la Capilla del Becerro de oro, cerca de una roca con su forma, que podría representar la deidad que los israelitas cubrieron de oro y adoraron, mientras Moisés recibía de Dios en el Monte Sinaí las Tablas de la Ley, las que al descender, el profeta estrelló contra el falso ídolo.-
 




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