domingo, 13 de mayo de 2012

DOS CIUDADES BÍBLICAS- SEGUNDA PARTE

C O R I N T O

Ciudad "rica y licensiosa"
San Pablo

Tras una hora y media de viaje desde el puerto de El_Pireo, pasando por lugares históricos como Megara y la isla de Salamina, se arriba a Corinto, que ocupa un lugar prominente en la historia del arte, y cuyo nombre lleva uno de los órdenes arquitectónicos clásicos.

Son también muy renombradas sus cerámicas, muchas de cuyas piezas pueden contemplarse en el museo adyacente a los restos de la vieja ciudad, así como los mosaicos (algunos pueden verse atrás, en la foto) 

Al llegar a lo que fue la gran ciudad, lo primero que llama la atención es su Acrópolis, en lo alto de una colina, como era la costumbre.

La ciudad tenía un Foro más grande que el de Roma, contando en su interior con templos, teatros, baños, fuentes, comercios y basílicas.

De lo excavado, se destaca el templo dórico de Apolo, cuya principal característica radica en que las columnas son de una sola pieza de piedra, en lugar de seccionadas, como era la forma dórica tradicional.

De la época romana se destacan las termas.

Entre los restos de la arquitectura civil arcaica de la urbe, sobresale el Diolkos, una calzada por la que se deslizaban los navíos para pasar por vía terrestre del mar Jónico al Egeo, sin necesidad de circunnavegar la península del Peloponeso, cuyo litoral rocoso fue el cementerio de muchos barcos.

Basado en esta obra de la antigüedad, a fines del siglo XIX se construyó el Canal_de_Corinto

San Pablo, que hablaba fluídamente el griego, lo que facilitó la difusión de su mensaje en el territorio griego, llegó a Corinto en su segundo viaje misional y permaneció allí un año y medio, acogido por Aquila y Priscila, un matrimonio judeo-cristiano que había sido expulsado de Roma luego del edicto del emperador Claudio.

En los años 54 y 57 d.C escribió a los corintios -pese a que su iglesia no pertenecía a la pentarquía [Roma, Jerusalén, Antioquia, Alejandría y Cosntantinopla]- dos de sus Epístolas_paulinas.

La primera desde Éfeso, respondía a consultas que los cristianos corintios le formularon. En sus comienzos el Cristianismo debió armonizar las tensiones entre los cristianos de orígen judío y los de orígen pagano

Luego de escribir la segunda, pasó el invierno en Corinto y regresó al año siguiente a Jerusalén, donde luego de varias desventuras viajó a Roma, donde murió decapitado durante las persecuciones de Nerón, alrededor del año 67 .-





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