lunes, 12 de septiembre de 2011

LA CRISIS ECONÓMICA , UNA PARADOJA Y MÁS INCERTIDUMBRE

Oferta y Demanda: "Todas las afirmaciones breves sobre Economía son falsas (excepto acaso, esta) Alfred Marshall

"Solo una persona entre diez mil entiende la cuestión monetaria, y nos la encontramos todos los días" Kin Hubbard


Cuando en medio de la crisis actual de los mercados internacionales, muchos inversionistas parecían haber hallado la Piedra_filosofal -el franco suizo-, días atrás el banco central helvético lo devaluó

¿No decía acaso la teoría  de la oferta y la demanda que cuando un bien -el franco suizo- es demandado por los inversionistas, asustados por la crisis de la eurozona (euro) y el défcit americano (dólar) su precio tiende a aumentar?

Ello es así microeconómicamente -familias y empresas- pero no necesariamente cuando de Macroeconomía -el funcionamiento global de la economía- se trata.

Lo que le preocupaba al Banco Nacional Suizo, cuando devaluó su moneda, era la pérdida de competitividad que le acarreaba a su economía un franco suizo demasiado alto, lo que encarecía las exportaciones del país y favorecía las importaciones, con tensiones sobre el balance comercial y el de pagos y el empleo -los argentinos deben acordarse de la Convertibilidad y de su final- ya que su revaluación no guardaba relación con una mejora sustancial  la productividad de la economía suiza, sino que era consecuencia de la desconfianza de muchos inversores en el euro y el dólar americano,  quienes ante tal sentimiento, optaron por pasar sus inversiones al oro y al franco suizo, para proteger así sus capitales y  paradojalmente perdieron dinero.

Luego de esta devaluación, pareceria entonces que solo queda el oro como reserva de valor. Pero cuidado: ya que al aumentar su cotización, vetas cuya explotación antes era antieconómica debido a su alto costo, pueden ahora ser rentables, lo que agregaría una oferta adicional, y ahí si pareceria que la Ley de oferta y demanda funcionaría, haciendo bajar su pecio ante un aumento de la oferta.

Luego de la devaluación del franco suizo, espíritus inquietos proponen reemplazar a la moneda helvética devaluada por otras, como la corona sueca y el dólar de Singapur, lo que podría llevar a sus respectivos bancos centrales a seguir al suizo, con lo que se desataría uno de los mayores temores desde el estallido de la crisis de las hipotecas norteamericanas en 2008: las devaluaciones competitivas, que a la larga terminan estrangulando el comercio internacional, ahondando la recesión mundial.

Todo lo dicho, no lleva necesariamente a la "eutanasia del rentista", preconizada por Keynes en los años 30 del siglo pasado, sino más bien a la "incertidumbre del rentista", y de lo que da cuenta la alta volatilidad que se observa en los mercados.-


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