Ya que estamos con los bancos, Hugo, no sé por qué en algunos países europeos es tan complicado operar con algunos bancos (me refiero a la banca minorista). En Londres -nada menos- es muy engorroso abrir y cerrar cuentas, mis amigos vivían protestando; yo tuve la suerte de, en lo que hace a mis cuentas personales, ser cliente de un conocido banco español en el que siempre me trataron muy bien de manera personal y con rapidez y eficiencia.
Mucho tiempo después de haber dejado el Reino Unido, a pesar de las repetidas comunicaciones de mi sucesor, las cuentas de la oficina, radicadas en un prestigioso banco británico, seguían a mi nombre por lo que tuve que enviarles una carta redactada en términos bastante fuertes. Los trámites se hacen a través de los “managers” a los que casi nunca se los ve y, además, los cambian permanentemente por lo que no conocen a sus clientes.
El RU es un país admirable pero, en muchos aspectos, bastante curioso; hay servicios como el NHS (salud) en el que uno se inscribe rápidamente y está casi totalmente cubierto, o el Royal Mail que funciona muy bien, mientras que otros son muy complicados.
Recuerdo que el los años ochenta/noventa, en Italia, operar con un banco local era una pesadilla.
supongo carlos que actualmente el engorro de abrir-cerrar debe tener que ver con el tema controles por lavado de dinero, algo a lo que, a diferencia de argentina, cada vez se le da más importancia.
el caso italiano, como todo en la "bella italia", se explica por sí mismo...
en cuanto a los managers invisibles, recuerdo que un colega que administraba los ahorros de las tías de su mujer, las que tenían cuenta en un banco suizo con representación en baires, me contaba que nunca había pasado del escritorio de la recepcionista, y eso que en aquella época -los turbulentos 80- un banco suizo no abría cuentas locales por menos de u$S 500.000.- que hoy serían 5 millones...
En la Italia en la que viví (1989 a 1993), Hugo, en general la gente no tenía cuentas en los bancos; guardaba la plata en el colchón y compraba casas y coches en efectivo. Había una publicidad estatal instando a usar tarjetas de crédito para no despertar sospechas al viajar al extranjero. Explicaban que manejarse con efectivo en otros países queda muy mal e incrementa la mala fama de los italianos. Curiosamente, en esa época anduvo Menem por allá y me contó gente de la delegación que con ellos iba un tipo con una enorme valija llena de dólares con los que pagaba todo.
parece que lo de la valija llena de dólares en los viajes oficiales al exterior no es nuevo carlos: recordá el sorprendente caso del robo al funcionario de presidencia tiempo atrás y de lo que nunca más se dijo nada...
4 comentarios:
Ya que estamos con los bancos, Hugo, no sé por qué en algunos países europeos es tan complicado operar con algunos bancos (me refiero a la banca minorista). En Londres -nada menos- es muy engorroso abrir y cerrar cuentas, mis amigos vivían protestando; yo tuve la suerte de, en lo que hace a mis cuentas personales, ser cliente de un conocido banco español en el que siempre me trataron muy bien de manera personal y con rapidez y eficiencia.
Mucho tiempo después de haber dejado el Reino Unido, a pesar de las repetidas comunicaciones de mi sucesor, las cuentas de la oficina, radicadas en un prestigioso banco británico, seguían a mi nombre por lo que tuve que enviarles una carta redactada en términos bastante fuertes. Los trámites se hacen a través de los “managers” a los que casi nunca se los ve y, además, los cambian permanentemente por lo que no conocen a sus clientes.
El RU es un país admirable pero, en muchos aspectos, bastante curioso; hay servicios como el NHS (salud) en el que uno se inscribe rápidamente y está casi totalmente cubierto, o el Royal Mail que funciona muy bien, mientras que otros son muy complicados.
Recuerdo que el los años ochenta/noventa, en Italia, operar con un banco local era una pesadilla.
supongo carlos que actualmente el engorro de abrir-cerrar debe tener que ver con el tema controles por lavado de dinero, algo a lo que, a diferencia de argentina, cada vez se le da más importancia.
el caso italiano, como todo en la "bella italia", se explica por sí mismo...
en cuanto a los managers invisibles, recuerdo que un colega que administraba los ahorros de las tías de su mujer, las que tenían cuenta en un banco suizo con representación en baires, me contaba que nunca había pasado del escritorio de la recepcionista, y eso que en aquella época -los turbulentos 80- un banco suizo no abría cuentas locales por menos de u$S 500.000.- que hoy serían 5 millones...
En la Italia en la que viví (1989 a 1993), Hugo, en general la gente no tenía cuentas en los bancos; guardaba la plata en el colchón y compraba casas y coches en efectivo. Había una publicidad estatal instando a usar tarjetas de crédito para no despertar sospechas al viajar al extranjero. Explicaban que manejarse con efectivo en otros países queda muy mal e incrementa la mala fama de los italianos. Curiosamente, en esa época anduvo Menem por allá y me contó gente de la delegación que con ellos iba un tipo con una enorme valija llena de dólares con los que pagaba todo.
parece que lo de la valija llena de dólares en los viajes oficiales al exterior no es nuevo carlos: recordá el sorprendente caso del robo al funcionario de presidencia tiempo atrás y de lo que nunca más se dijo nada...
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