viernes, 11 de marzo de 2011

RECUERDOS PERSONALES: CÁMPORA Y PERÓN

Como señalé en un post más abajo, en 1973 tenía 21 años y estaba en mi cuarto año en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires.


En ese ámbito, surgió un trascendido, que transcribo a continuación, y obviamente sin fuente, preocupante para muchos, ilusionados con el acceso al gobierno -no al poder- del presidente Héctor J Cámpora, que pareció preanunciar lo que vendría después.


Inmediatamente luego de su asunción, el presidente Cámpora -quien la había dado una gran autonomía en su círculo más íntimo de poder a sus hijos, uno su secretario privado y el otro el Secretario General de la Presidencia -quienes llevaron al Ministerio del Interior al doctor Esteban Righi, actual Procurador General de la Nación- y a su sobrino el diplomático de carrera Mario Cámpora- realizó su primer viaje oficial a España, para reunirse con el ex presidente Perón.


Concretado el encuentro, y luego de los saludos de práctica, el general le dijo al presidente, con ese estilo coloquial y criollo tan típico suyo:


-Camporita, la familia, como en los velorios, en la cocina...











4 comentarios:

Carlos dijo...

Sobre el estilo campechano de Perón, hace muchos años, me contaron esta anécdota:

En la Casa Rosada, muy sorprendido al ver que el presidente se levantaba del sillón y lo ayudaba a ponerse el sobretodo, un visitante, dijo: “Por favor, mi general, no se moleste”, a lo que Perón respondió: “No se preocupe, mi amigo, en la eterna lucha entre el hombre y el sobretodo, yo siempre he estado del lado del hombre”.

Supongo que no era la primera ni la última vez que Perón hacía y decía eso; como las improvisaciones de Churchill, seguramente había sido preparada.

hugo dijo...

los que lo conocieron personalmente carlos, dicen que era muy entrador.

a los visitantes europeos latinos, por ejemplo, siempre les hacía creer que su familia era originaria del país del visitante, convirtiendo a tales efectos su apellido original en perrone, perone, perron, etc.

pero como todo militar era un mandón: durante su primer viaje en 1972, salió al balcón de la casa de gaspar campos para dirigirse a la multitud que lo vivaba, pero no podía comenzar a hablar porque un bombo retumbaba incesantemente. lo vi en vivo por televisión y aún lo recuerdo: enarcó una ceja y dirigiéndose al bombista, que no se veía, le dijo más o menos: a ver si termina el del bombo!!!, se se hizo un silencio sepulcral.

era también un gran conocedor de la naturaleza humana, algo indipensable para un líder.

a cafiero, debido a su militancia católica, lo llamaba "tanito mangiacirio"

luego del triunfo de cámpora, cafiero aspiraba a un puesto expectante en el área económica: ministro o presidente del banco central.

pero por indicación de perón, cámpora designó en economía a josé ber gelbard, el entnces presidente de la cge, siendo uno de los hombres fuertes del gobierno, el otro, también impuesto por perón a cámpora era su secretario privado josé lópez rega en bienstar social. y en el central, se designó a un histórico peronista con buenos lazos con el establishment, alfredo gómez morales.

luego de ello perón le dijo a un allegado: si al tanito mangiacirio le ofrezco la presidencia de la caja de ahorro, agarra.

la caja nacional de ahorro era la menos encumbrada del sistema bancario oficial, luego del central, el nación el banade y el hipotecario, y se dedicaba a dar pequeños préstamos personales a profesionales y artesanos.

cafiero aceptó el nombramiento...

Carlos dijo...

Por supuesto, Hugo, Perón tenía una forma de ser que ponía muy cómodos a sus interlocutores.

Mi padre, que era militar, lo trató unas cuantas veces y tenía varios cuentos divertidos de las ocurrencias de Perón y del ejército de obsecuentes que lo rodeaban como el “caballo”Aloé.

Recuerdo también lo de Gaspar Campos; si no me equivoco lo que dijo con su voz tan peculiar fué “¡que se calle el del bombo!”

Cuando la asunción de Cámpora, estabamos en la recepción del 25 de mayo en la embajada en Francia y, de golpe, apareció un grupo de unas cincuenta personas con bombos y entonando la marcha peronista. Recuerdo que los agregados militares, que estaban de uniforme, corrieron a sus despachos y en cinco minutos volvieron vestidos de civil. El embajador, que era un gran señor, los atendió amablemente y lo que parecía que iba a ser complicado terminó muy bien. Comieron y tomaron mucho y se fueron muy contentos.

A Cafierito, como a muchos otros Perón los tenía bien “junados” y los manejaba como quería. Creo que, además, al tanito no lo tomaba demasiado en serio

hugo dijo...

después de escribir lo de gaspar campos carlos, pensé que perón había estado en el exilio solo 17 años, que sin embargo en aquellos tiempos parecían una eternidad.

alfonsín murió 26 años después de aquellos días de 1983, cuando parecía que comenzaba una nueva argentina, y a mí me parecía que eso había ocurrido hacía muy poco...