lunes, 4 de febrero de 2008

APUNTES EGIPCIOS

Lo primero que el viajero observa al arribar al un poco caótico aeropuerto de El Cairo son las fuertes medidas de seguridad, que no lo abandonarán durante todo el recorrido por el país.

En efecto, luego del atentado sufrido años atrás por turistas que visitaban en Tebas el templo de Deir el-Bahari, que dejó un saldo de sesenta y siete víctimas, el gobierno egipcio ha desplegado un vasto operativo policial protectivo -a un costo, imigino que elevadísimo, debido a la cantidad de los elementos humanos y materiales involucrados- que por ejemplo incluye el control con perros y detectores de explosivos de todo vehículo que entra al estacionamiento de un hotel y el paso por detectores de metales, de todas las personas que ingresan a hoteles, museos, sitios turísticos, arqueológicos y cruceros. Del mismo modo, si el viajero decididera alcanzar por tierra cualquier punto del territorio egipcio, deberá sumarse, previo arreglo con las autoridades, a una caravana con acompañamiento militar. Las agencias de turismo han pedido al gobierno el abandono de esta última medida, que complica grandemente los tours, así como la circulación vehicular, debido a que el tráfico debe detenerse cuando estas comienzan su marcha, sin resultados hasta el momento, pese a que ha prometido hacerlo en varias oportunidades. Como el turismo es hoy una de las principales fuentes de ingreso del país, se puede comprender fácilmente tanto la actitud gubernamental como la de los insurgentes que se le oponen.

El tráfico por las calles de El Cairo, es un verdadero problema, colapsando casi a las horas pico de entrada y salida de los trabajos. Para tener una idea de la magnitud que alcanza este tema, basta tener presente que el país tiene una población de más de 70 millones de habitantes, de los que 50 millones ocupan tan solo un 5% del territorio. Según las Naciones Unidas, el 50% de los egicpios es indigente, pero el gobierno contraataca con sus propias estadísticas ubicando el problema solo en el 20%. Aún asumiendo que un 30% de la población fuera indigente, eso involucraría a más de 20 millones de personas, muchas de las cuales se asientan en la Ciudad de los Muertos, en la parte antigua de El Cairo, donde las familias viven en las ruinas de escuelas, conventos y mezquitas funerarias medievales construídas por los sultanes mamelucos (1251-1517), a las que se van sumando construcciones precarias de adobe con techo de chapa.

Cada tanto, aún en la zona metropolitana, que se extiende cada vez más fuera de El Cairo, es dable encontrar un maciso de palmeras, que nos señalan la presencia de un oasis, cuyo verdor intenso denota el cultivo orgánico de hortalizas y frutas diversas, en tierras enriquecidas secularmente por el limo del Nilo durante las crecidas, hoy ya inexistentes debido a la regulación que del caudal de sus aguas hace la presa de Aswan.

No tan desarrollado como Turquía, Egipto es también como aquella, uno de los estados más pro- occidentales de la región, pero también su población es más observante de la religión islámica que los más seculares turcos. El islamismo es practicado por el 85% de sus habitantes, mientras que el 10% son cristianos ortodoxos coptos, quienes orgullosamente veneran en la Iglesia de San Sergio, ubicada en el antiguo barrio de esta confesión, la gruta donde encontró refugio la Sagrada Familia, cuando huyó a Egipto para salvar al Niño de la persecución de Herodes. Si bien ambos grupos conviven armónicamente, en la edición local del Daily News del 31 de enero, se da cuenta de la situación del musulmán Mohammed Hegazy, quien no puede lograr que los tribunales reconozcan su derecho a convertirse al cristianismo, lo que no es un tema menor, ya que la religión está consignada en el documento de identidad personal de cada egipcio. Este caso, que es seguido con gran atención por parte de los organismos de derechos humanos locales e internacionales, puso al descubierto la situación de muchos musulmanes egipcios conversos, que deben mantener en reserva su nuevo status religioso o abandonar el país.

Quien arrribe a Egipto para recorrer un trecho magnífico de la civilización mediterránea no será defraudado: desde los imponentes templos de Abu Simbel, que estuvieron enterrados bajo la arena hasta que en 1813 el viajero suizo Johann Burckhardt vió una de las enormes cabezas sobresaliendo, ubicado en la región de Nubia, en el sur casi en la frontera con Sudán -verdadero modelo de cooperación internacional y proeza técnica, en la que 48 países con la coordinación de la Unesco se unieron para salvar a estos monumentos de quedar bajo las aguas del Lago Nasser cuando se construyó la represa de Aswan, desplazándolos de su ubicación original- como el templo de File en Aswan, que fue cortado en 50.000 bloques y vuelto a también a rearmar en su nuevo emplazamiento a un nivel más alto, pasando por los sitios arqueológicos a orillas del Nilo como Kon Ombo -único templo egipcio dedicado a dos divinidades simultáneamente, el dios halcón Horus y el dios cocodrilo Sobek-, Edfu, las impresionantes manifestaciones de Tebas y Luxor, para llegar luego, en las cercanías de El Cairo, a Menphis, la necrópolis de Saqqara con su pirámide escalonada, donde, pese a haber excavado durante años, los arqueólogos están lejos aún de haber agotado sus misterios y riquezas y terminando en la zona de la esfinge de Guizeh contemplando la serena majestad del faraón con su rostro humano y su cuerpo de león -intentando demostrar el carácter feroz del poder real- y las misteriosas pirámides de Kheops, Kefren y Micerino, se nos presenta ante nuestros ojos el legado de una civilización maravillosa, que le hizo exclamar emocionado a Napoleón Bonaparte: "Cuarenta siglos nos contemplan".-

13 comentarios:

Stella dijo...

Buen diiiiaaaa

Hola Hugo!! Que buenas tus vacaciones!! Me imagino lo que las habrás disfrutado!!
Nos diste un pantallazo muy interesante con tu post!!
Nunca habia escuchado lo de la religión y el documento!
Mirá que prefunta banal que te voy a hacer, pero te subiste a un camello? Debe de ser rariisimo! ajaja

Me alegro que estés de vuelta!!
Besitoo

hugo dijo...

hola stella, un gusto reencontrarnos!!!

no, no subí a ningún camello, es más, contrastando con el perfecto manejo que los egipcios hacen de sus zonas arqueológicas a lo largo del nilo, la zono de pirámides y esfinge de gizeh, cercana a el cairo, es un verdadero desastre, principalmente por los locadores de los nobles rumiantes, que hacen pipi y popo en cualquier lado y dejan un baranda que ni te cuento, lo que sumado a los caballos de montar y de las calesas y los buses y munibuses turísticos que quedan, no se porque, con el motor encendido, al lado de la gran pirámide de keops, no vacilo en calificar a esa zona monumental como un verdero desastre ecológico!!!

cuando se lo dije a mi guía , estuvo de acuerdo y me dijo que el gobierno iba a tomar cartas en el asunto

ojalá sea pronto!!!

Stella dijo...

Uh, que feo!!!
Que raro que no hayan hecho algo antes!! En verdad lo de los camellos no debe de ser fácil de manejar, a menos que limpien a cada rato!

Ojalá lo arreglen!!

Marta Salazar dijo...

Hola hola! también me alegro que estés de vuelta! pero me alegré igualmente de que estuvieras de vacaciones, te puse -ayer- un link a este estupendo artículo!

Gracias HUGO!

hugo dijo...

hola marta, contento por el reencuentro con vos

me alegra que te haya gustado el artículo y gracias por tus palabras.-

Estrella dijo...

Muy interesante tus apuntes egipcios. Siempre es interesante conocer las vivencias de los viajeeros.

hugo dijo...

hola estrella,un gusto tenerte de vuelta por aquí

siempre que viajo, escribo en caliente mis impresiones, para no olvidarme de nada con el "stress ex-post", que sumado al "ex-ante" me dejam medio knock-out, como a los boxeadores!!!

Jorge S. King dijo...

Bueno, bueno, flor de paseo Hugo, me alegro mucho leer tu post. Un viaje a Egipto es algo que todos nos la debemos si es que nunca lo hicimos.
También me alegro por el reencuentro bloggero. Muchas gracias por tu comentario.
Saludos Santiagueños.

hugo dijo...

fue un viaje muy ineteresante jorge, no obstante debo decirte lo complejo que resulta para alguien como yo, con una información elemental sobre la civilización egipcia, el poder aprehender una cultura tan compleja y rica cuyos orígenes se remontan a 4000 años antes de Cristo, agravado además por el hecho que la egiptología actual, compuesta fundamentalmente por estudiosos locales, está poniendo en tela de juicio muchos de los paradigmas que vienen de los arqueólogos europeos del siglo XIX. no obstante ello, es un viaje que recomiendo ampliamente a los que les interese la historia y el arte.-

MarcosKtulu dijo...

Que buen viaje! y que bueno el regreso! Egipto, imagino, es una amalgama entre la antigua civilización, el arabismo islamizante y la colonización británica y francesa. Aunque predomine el segundo islámico, Egipto tiene la singularidad suficiente como para no subsumirse exclusivamente en un vago estereotipo arabe musulmán. Hasta debe ser posible ver rastros de la influencia sudanesa y beréber.

hugo dijo...

faraón marcos k de la enésima dinastía, que gusto volver a recibir su visita!!!

ayer le pregunté a marta si sabía algo tuyo despues de tanto tiempo, me dijo que te había visto en algún otro blog días atrás, por lo que me supuse que seguías descansando.

como vos decís, egipto es una entidad múltiple y de difícil aproximación, por las variadas influencias que vos señalás muy bien, que han dejado huellas materiales, no solo en la historia, y a las que agregaría la griega (alejandría, donde no estuve) y romana, para hacer el tema aún más apasionante.-

MarcosKtulu dijo...

Escriba Hugotep, como me pude olvidar de la presencia griega y romana! De todos modos sigue firme en mi teoría de que el helenismo no dejó prácticamente nada en tierras bárbaras, por muchas alejandrías que se hayan fundado y cuan evangelizadora y modernizante se pinte la empresa de Alejandro. Además me olvidé de la dominación otomana, aunque esta casi siempre fue más bien nominal, la prueba está en que la casta dominante de los mamelucos quedó íntegra.

ARSINOE dijo...

Estuve en Egipto en noviembre del 2006 y desde que volví no pienso más que en regresar....Fueron los mejores quince días de mi vida, me atrapó su cultura y sus hospitalarias gentes.