miércoles, 8 de agosto de 2007

La caja de Greenspan

Han habido tres grandes inventos desde el comienzo de
los tiempos: el fuego, la rueda y la Banca Central
Will Rogers

El Wall Street Journal de ayer menciona que durante la última rebaja de tasas efectuada durante su gestión para prevenir una recesión, y que las llevaron al nivel más bajo de toda una generación, el entonces presidente Alan Greenspan dijo: "No se lo que es, pero estamos causando algún daño, porque esta no es la manera en que deberían operar los mercados de crédito"

Ahora su sucesor Ben Bernake sabe lo que es: en efecto luego de un auge crediticio desconocido hasta el presente, que se orientó básicamente la compra de propiedades con garantía hipotecaria y a financiar adquisiciones corporativas con préstamos, en lo que se basó el último auge bursátil, cuyos pagarés en ambos casos se transformaron en sofisticados instrumentos de inversión, los que se aseguraba habían sido diseñado para minimizar los riesgos bancarios, parecería que son hoy los causantes de la preocupaciones de los mercados financieros mundiales y de los inversores institucionales, los que en la mayoría de los casos ni siquiera conocen como funcionan estos instrumentos. Los problemas que atraviesa la casa de corretaje neoyorquina Bearn Stearns muy castigada por la incobrabilidad del mercado de hipotecas sub prime, es decir de los deudores con menos antecedentes crediticios y por ende más riesgosos, parece ser solo la punta del iceberg.

¿Como se llegó a esta situación? Fundamentalmente por el enorme superávit comercial chino con los Estados Unidos, el que fue atesorado por ese país mayormente a través de Bonos del Tesoro de los propios Estados Unidos, lo que mantuvo artificialmente baja las tasas de interés de largo plazo en dicho país, posibilitando las conductas mencionadas precedentemente.

Mientras las tasas eran bajas, todo era alegría. Cuando alejados los temores de una recesión la Reserva Federal comenzó a subir las tasas, que ahora su ex director Alfred Broaddus reconoce que se hizo tardíamente, se produjeron simultáneamente dos fenómenos, letales para cualquier intermediario financiero: por el lado de las familias los deudores hipotecarios, especialmente los de menores antecedentes dejaron de pagar sus préstamos, lo que hizo aumentar las ejecuciones de inmuebles, lo que a su vez deprimió el mercado inmobiliario y rebajó el valor de las propiedades en garantía , las que en algunos casos, temerariamente, cubrían la totalidad del préstamo. Para mensurar la magnitud del problema, téngase presente que según el banco de inversión Lehman Brothers en 2005 se originaron U$S 400.000 mill de estos préstamos y en 2006 más del 40% de los mismos fueron a prestatarios que no podían documentar plenamente sus ingresos.
A su vez, por el lado de las empresas se vivió un auge de adquisiciones de compañías, utilizando para ello préstamos bancarios de corto plazo en condiciones francamente liberales, los que contaban con la garantía de los activos de las propias empresas adquiridas, y que luego se convertirían en bonos a mediano plazo a ser colocados a diversos inversores en el mercado de deuda, y con cuyo producido los bancos recuperarían los montos prestados inicialmente. Al comenzar el aumento de las tasas de interés y los ruidos en el mercado, los compradores de estos bonos se retiraron del mismo, por lo cual los bancos que participaron en tales transacciones tienen en su poder emisiones por otros U$S 200.000 millones que nadie quiere comprar, ni aún a tasas más elevadas.

El señor Bernanke se encuentra ante un desafío descomunal: por un lado debe mantener altas las tasas de interés para evitar que debido al pleno empleo de la economía americana esta pierda competitividad a causa de los aumentos de salarios llevándola al mismo tiempo a sufrir presiones inflacionarias, pero no tanto como para agravar la comentada situación del sector financiero.

Tiene ante sí, como en la mitología, una nueva caja que le dejó su antecesor, de su pericia dependerá que, al contrario de la de Pandora, los males -inflación y recesión- no terminen afectando a la economía norteamericana, que es como decir a la economía mundial.-

1 comentario:

Marta Salazar dijo...

Gracias Hugo! Estupendo el artículo, au usually!